Qué deben estudiar los jóvenes

A día de hoy muchos padres se plantean qué deben estudiar los jóvenes para encontrar empleo. O dicho de otra manera, se preguntan acerca de la principal aportación que pueden darles a sus hijos. Lo típico es hablarles de las profesiones con más futuro, los nuevos puestos del mercado o lo sectores en auge.

Pero a un adolescente de dieciocho años es preferible hablarle de otro modo. Lo primero que hay que explicarle es que debe estudiarse a sí mismo, es decir, averiguar qué le gusta y cuáles son aquellos trabajos por los que siente pasión. Por mucho empleo que haya de programador, si no le gusta, no encontrará trabajo porque habrá otros mejores que él. Eso es lo que habría que inculcar a los jóvenes. Y cabe añadir también que el joven debe imaginar qué tipo de vida laboral puede hacerle feliz: ¿en una oficina o viajando?, ¿diseñando solo o coordinando equipos? Los padres deben hacer entender a su hijo que sin una auténtica pasión bien definida no llegará demasiado lejos, económica y personalmente hablando. Otra cosa es que esa pasión cambie con el tiempo.

Sí hay que hablarles, sin embargo, de dos ámbitos de conocimiento transversales que creemos que hoy todo el mundo debe potenciar: los idiomas y la tecnología. Los primeros porque son una herramienta fundamental para eliminar barreras, bien sea trabajando en el extranjero o colaborando con extranjeros en tu propio país. El segundo ámbito porque hoy es un medio indispensable para la interacción entre individuos y porque, sea cual sea tu profesión, encontrará numerosas herramientas que le ayudarán para el desarrollo de su trabajo.

Consideramos que es muy necesario cambiar de paradigma y olvidarnos del razonamiento de que “hay que estudiar X para llegar a ser Y”. No. Hoy se puede empezar por estudiar X y acabar siendo un montón de cosas distintas. Hoy más que nunca debemos estar abiertos de mente. Actualmente, más que trabajos, quizás haya que desarrollar capacidades que nos ayuden en nuestro trabajo: si el conocimiento de idiomas y el manejo de la tecnología son recursos transversales, todavía lo son más las capacidades de análisis, síntesis, argumentación, relación o comunicación, por ejemplo.

Para alcanzar el ideal de “hacer lo que nos apasiona”,hoy  más que nunca, los jóvenes deben atender a su propio criterio personal. La tasa de paro, la competencia, la precariedad del mercado laboral, el cambio continuo de empresas y sectores… Todos estos factores generan incertidumbre, miedo y ansiedad. Transformarlos en energía positiva y en oportunidades para uno mismo y para los demás será clave para alcanzar los retos que nuestros hijos se propongan. El perfil profesional del individuo se construye sobre sus cualidades personales: el trabajo en equipo, la autoestima, la confianza en los demás, la capacidad de aprender de nuestros errores, etc.

Que los padres potencien estos aspectos será clave para que en el futuro los jóvenes lleguen a ser buenos profesionales y, cómo no, para superar los procesos de selección que deban afrontar. Es en el desarrollo del individuo donde está la base para empezar a crecer como profesional y este desarrollo parte de una frase: conócete a ti mismo. Es el mejor consejo para que los jóvenes de hoy alcancen el éxito mañana.