Cómo aprobar un examen

 

En todas las ciencias, diciplinas, facultades, artes liberales y mecánicas, ay examen para aprovar a los que las professan o reprovarlos: y este acto riguroso les haze estudiar y trabajar para dar buena cuenta de sí

Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española (1611)

Hoy vamos a aportar una serie de datos que consideramos básicos a la hora de hacer un examen, partiendo del supuesto de que todo alumno que se presenta a un examen pretende, como dice Covarrubias, dar buena cuenta de sí, aprobar y cerrar la asignatura. Pero es bien sabido que muchos alumnos no saben redactar bien un examen, no son capaces de plasmar por escrito de manera correcta sus conocimientos acerca de la materia de la que se están examinando. Errores ortográficos, de expresión, de estilo, son los más comunes, entre otros. Además, un examen es la prueba de fuego para poner de manifiesto los conocimientos adicionales que el alumno pueda poseer sobre las materias relacionadas con la asignatura en cuestión (por ejemplo, en un examen de literatura española e ponen a prueba los conocimientos del alumno sobre la historia de España, sobre historia del Arte, etc).

Con el objetivo de ayudar a esclarecer al menos lo más básico, hemos preparado un listado con los errores más comunes que se cometen en un examen y sus soluciones, que esperamos que os puedan ayudar a aprobar vuestros próximos exámenes.

ERRORES BÁSICOS EN UN EXAMEN QUE DEBEMOS EVITAR

1-Errores de actitud y convicción–> Puede parecer una tontería pero la actitud con la que entramos a un examen muchas veces puede marcar la diferencia entre aprobar y un suspender. A un examen hay que ir descansado, con tiempo suficiente, con el material necesario y, además,  muy importante, antes de empezar hay que intentar no repasar ni hablar del examen y evitar a los compañeros nerviosos. Asimismo, es fundamental creer en nosotros mismos, creer en nuestra propia capacidad, valorando nuestros conocimientos y la adecuada preparación que hemos tenido. En el momento del examen hemos de relajarnos y tener la mente clara.

2- Errores de madurez y contenido –> En relación a lo anterior, el alumno sabe cuándo va bien preparado para un examen y cuándo no, por lo tanto, es importante que tenga claro si quiere presentarse al examen sin saberse al dedillo el temario, puesto que para él es una pérdida de tiempo de su vida, y para el profesor que le corrige también. Lo ideal es prepararse bien el examen siguiendo un proceso de aprendizaje activo y programado, ajustado también al tipo de examen-test (escrito, oral, práctico…) y dedicar la víspera a repasar, reforzar y afianzar. La exposición y desarrollo del contenido debe ajustarse al tiempo estimado y a lo que se exige y se pide en cada pregunta, pues es muy común incurrir en el error de irnos por las ramas cuando no sabemos bien una pregunta, y eso solo nos llevará a suspender.

3-Errores de presentación –> Al contrario que en los apuntes, no se debe escribir con dos colores en el examen a menos que sea requerido por la asignatura o por el profesor. Es importante dejar márgenes laterales, superiores e inferiores, escribir recto, numerar las páginas y evitar hacer tachones en la medida de lo posible. Todo ello, unido a una letra clara, facilita al profesor la corrección del examen. Aunque nuestros apuntes parezcan copiados en otro idioma y solo los entendamos nosotros, nuestro examen tiene que ser completamente legible e inteligible.

4-Errores de escrituraortografía –> Se incluyen aquí determinadas cuestiones que, como en el apartado de la presentación, debemos evitar. Por ejemplo, hay que evitar las abreviaturas, las flechas, las llaves, los esquemas… Pero lo más imprescindible es la ortografía. Hay que cuidar al máximo nuestra expresión ortográfica, no solo porque los errores nos quitarán puntos, sino porque debemos manejarnos a la perfección a la hora de escribir. La profesora Lola Pons de la Universidad de Sevilla expone en su blog una buena síntesis con algunas reglas básicas de acentuación que nosotros reproducimos aquí:

vocales abiertas: a, e, o vocales cerradas: i, u

a) Dos vocales iguales (sean abiertas o cerradas): tal secuencia es siempre hiato, y la palabra se acentuará si corresponde a las reglas de acentuación. Por ejemplo: Saavedra se separa en sílabas partiendo en dos la secuencia aa (porque es un hiato): Sa / a / ve / dra; la sílaba subrayada contiene la vocal tónica: penúltima sílaba, palabra llana acabada en vocal, no lleva tilde.

b) Dos vocales cerradas (ui, iu): son siempre diptongo, y se acentúan si corresponde a las reglas de acentuación: ruido, incluido, jesuítico incluyen tales secuencias, que siempre son diptongos, por lo que son inseparables en la división silábica. Se separarán como rui / do (llana acabada en vocal no lleva tilde), in /clui / do (llana acabada en vocal no lleva tilde), je / suí/ ti / co (esdrújula, lleva tilde). Si esa secuencia aparece marcada por una diéresis en la u, esto no interferirá en la separación silábica ni en la acentuación (sigue sonando ui); así, lin / güis / tas (llana acabada en –s, no lleva tilde), lin / güís / ti / co (esdrújula, lleva tilde).

c) Dos vocales abiertas (a+e, e+a, o+e, o+a…) son siempre hiato, y se acentúan si corresponde a las reglas de acentuación (¡atención!, aquí no entrarían secuencias de dos vocales abiertas iguales, esas las hemos tratado supra, en a): poema, poética, véase. Se separa en dos su secuencia vocálica y se aplican las normas generales de acentuación: po / e / ma (llana acabada en vocal), po / é / ti / ca (esdrújula, lleva tilde), vé / a / se (esdrújula, lleva tilde).

d) Vocal abierta +vocal cerrada o Vocal cerrada + vocal abierta (i + a, e+u, i+o etc). En este caso separaremos dos posibles configuraciones:    

(I) -Si la vocal cerrada es átona, hay diptongo, y se siguen las normas generales de acentuación. Por ejemplo, en farmacia la segunda a es la tónica, luego la i es átona, por eso la palabra se divide como un diptongo: far / ma /cia, es una llana acabada en vocal y no lleva tilde.

(II) Si la vocal cerrada es tónica, hay hiato y la cerrada siempre se acentúa, le corresponda o no por las normas de acentuación generales. En estos casos ni siquiera es necesario separar en sílabas. Es el ejemplo de la palabra extraído, donde tenemos una vocal abierta átona junto a cerrada tónica, ponemos la tilde sobre la cerrada (independientemente de que la palabra resultante sea esdrújula, llana o aguda). Esa es la razón de que lleven tilde palabras como baúl, reírse, ahíto (la h no interfiere en ninguna de estas cuestiones de acentuación, si hay una h separe en sílabas como si esta letra no estuviese)

Además de este esquema tan útil, la profesora Pons añade un apunte muy importante que la mayoría de las personas olvidan a la hora de redactar: ” Una norma de puntuación básica sobre el uso de la coma señala que sujeto y predicado, cuando van seguidos y en ese orden, no deben separarse por comas a menos que exista algún elemento incidental. Esto es, no podemos escribir “Menéndez Pidal, expuso esta teoría” sino “Menéndez Pidal expuso esta teoría”; si hay un elemento parentético, la coma se utiliza para abrirlo y cerrarlo: “Menéndez Pidal, interesado en la investigación sobre los primeros documentos romances, expuso esta teoría”. Recuerde que tras formas como en particular, así pues, por ejemplo, en primer lugar, por otro lado… siempre se escribe coma detrás.”

 Y una vez dicho esto, para finalizar queremos dejar claro que, sea cual sea el resultado de nuestro examen, tenemos que saber que la nota no es más que un número, nunca una medida de la valía personal. Es el resultado del esfuerzo que hemos hecho en un momento puntual, fruto no sólo de nuestros conocimientos y habilidades, sino también del desempeño y del grado de preparación, y sobre todo del nivel de autocontrol  (ya que los nervios pueden jugarnos una muy mala pasada).

Os animamos a todos a estudiar mucho, a esforzaros al máximo y os deseamos toda la suerte para vuestros futuros exámenes.

¡Ánimo!